Johanna, clavel, rosas, no me olvides.
Matilde: crisantemos, ilusiones, siemprevivas...
Jorge: el poeta... flores secas, Amapola.
Silencio...
Soledad.
Nubes amenazantes,
sol ocultándose.
Aromo mutilado
y el Campo santo
que se agranda,
para recibirme en paz.
sábado, 24 de julio de 2010
DE PRISA
No tengo prisa,
pero voy de prisa
apresuradamente
a mi destino final.
...Montando
mi caballo azul.
pero voy de prisa
apresuradamente
a mi destino final.
...Montando
mi caballo azul.
martes, 30 de marzo de 2010
lunes, 15 de febrero de 2010
AYER SE FUE
Ayer se fue
quedamos con la sensación
quedamos con la sensación
de haber hospedado un ángel.
Se humedecieron las ventanas...
Un ángel ternura
un ángel amor
un ángel esperanza.
¿Cómo sin ser carne de mis carnes,
pasastes hacer sangre de mi sangre?
Golondriniña hicistes verano
hicistes sonrisas...
hicistes una pausa
corazones nuestros
se contajiaron de tu brisa...
al verte felíz
fuimos felices.
Te esperamos con alegría
y te despedimos
con gotas saladas en la garganta.
11/01/2010
viernes, 8 de enero de 2010
TRANCAS (Ayer lo encontré)
Ayer lo encontré
caminaba lento...
solitario,
por una calle nueva
de su vieja ciudad natal.
Usaba sombrero negro,
zapatos deslustrados,
un pijama como sweater...
y como él
un bastón encorvado.
Me miró
como mirar un extraño.
Le saludé, con un abrazo.
¿Quién es usted? -preguntó
soy su hijo -respondí-
y callamos...
Caminamos juntos
un par de cuadras
-"Hay que doblar en Roberto Parra"
(repetía).
Entramos en su casa,
no digo hogar
porque sólo era una casa
de un pobre viejo solitario.
Se entretuvo buscando una radio,
...y yo observándolo.
Hojeé su libro sagrado,
encontrando una fotografía
que reconocí
como nuestro único contacto,
él con una de mis hijas
en sus brazos,
al reverso una leyenda que decía
"viejo y nieta"
y una fecha del pasado.
Ayer lo encontré
caminaba lento,
ha reemplazado el volante
por un bastón
y el acelerador
por un freno de mano.
me saludó
como saludar un extraño,
lo tomé del brazo
y caminamos...
caminaba lento...
solitario,
por una calle nueva
de su vieja ciudad natal.
Usaba sombrero negro,
zapatos deslustrados,
un pijama como sweater...
y como él
un bastón encorvado.
Me miró
como mirar un extraño.
Le saludé, con un abrazo.
¿Quién es usted? -preguntó
soy su hijo -respondí-
y callamos...
Caminamos juntos
un par de cuadras
-"Hay que doblar en Roberto Parra"
(repetía).
Entramos en su casa,
no digo hogar
porque sólo era una casa
de un pobre viejo solitario.
Se entretuvo buscando una radio,
...y yo observándolo.
Hojeé su libro sagrado,
encontrando una fotografía
que reconocí
como nuestro único contacto,
él con una de mis hijas
en sus brazos,
al reverso una leyenda que decía
"viejo y nieta"
y una fecha del pasado.
Ayer lo encontré
caminaba lento,
ha reemplazado el volante
por un bastón
y el acelerador
por un freno de mano.
me saludó
como saludar un extraño,
lo tomé del brazo
y caminamos...
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