viernes, 8 de enero de 2010

TRANCAS (Ayer lo encontré)


Ayer lo encontré
caminaba lento...
solitario,
por una calle nueva
de su vieja ciudad natal.

Usaba sombrero negro,
zapatos deslustrados,
un pijama como sweater...
y como él
un bastón encorvado.

Me miró
como mirar un extraño.
Le saludé, con un abrazo.
¿Quién es usted? -preguntó
soy su hijo -respondí-
y callamos...

Caminamos juntos
un par de cuadras
-"Hay que doblar en Roberto Parra"
(repetía).
Entramos en su casa,
no digo hogar
porque sólo era una casa
de un pobre viejo solitario.

Se entretuvo buscando una radio,
...y yo observándolo.
Hojeé su libro sagrado,
encontrando una fotografía
que reconocí
como nuestro único contacto,
él con una de mis hijas
en sus brazos,
al reverso una leyenda que decía
"viejo y nieta"
y una fecha del pasado.

Ayer lo encontré
caminaba lento,
ha reemplazado el volante
por un bastón
y el acelerador
por un freno de mano.
me saludó
como saludar un extraño,
lo tomé del brazo
y caminamos...